jueves, 18 de diciembre de 2014

Responsabilidad Social Corporativa - Proyecto GIRA Coca-Cola


Tanto la responsabilidad social como la imagen social, se utilizan para institucionalizar las empresas privadas y trabajar por el interés general y el bien común de forma directa a través de colectivos que no son estrictamente de mercado. De forma que, el retorno a la sociedad forma la confianza que ponen en la empresa. La responsabilidad social es el compromiso con toda la sociedad y la imagen social es la percepción positiva que se tiene sobre la compañía para demostrar la responsabilidad y la preocupación ética por parte de la empresa. Es una manera, por tanto, de hacer negocio a largo y corto plazo.
 
Un claro ejemplo de empresa que trabaja por su responsabilidad social corporativa es Coca-Cola, que con su estrategia, misión y visión crea una fisiología organizativa con un compromiso siempre hacia la sociedad. Esta RSC la lleva a cabo y la mantiene a través de muchas acciones sociales, como por ejemplo el proyecto GIRA, que detallaré a continuación.


Este proyecto trata de mejorar la capacitación laboral de los jóvenes a través de la colaboración con varias fundaciones y entidades sociales.

La compañía inició este octubre 3ª edición, con el objetivo de tratar con jóvenes con menos oportunidades y devolverles la autoconfianza, y así ayudar a que descubran su vocación y que vuelvan a sentirse útiles. Sobre todo se centra en evitar el riesgo de exclusión social de estos chicos de entre 16 y 23 años. En ello colaboran la Fundación Tomillo, la Asociación Semilla, la Asociación Norte Joven, Fundación EXIT y Fundación Solventia.

Durante el proyecto, los jóvenes pasan por varias fases. En una primera fase todos pasan un proceso de coaching, con personal del instituto de la felicidad de Coca-Cola, también con el objetivo de que vuelvan al sistema educativo.


En una segunda fase pasan a realizar trabajos prácticos en actividades como la Copa Coca-Cola o en las giras musicales que patrocina la compañía, así como en empresas colaboradoras como el Teatro Real, los Teatros del Canal o en el musical "Hoy no me puedo levantar”. El tipo de actividades que desempeñan suelen ser de apoyo a técnicos de sonido o personal de seguridad.

Además, junto a la Fundación Solventia, Coca-Cola ha desarrollado una tercera fase, destinada a aquellos que durante los meses anteriores han recibido formación en el campo de la hostelería.

Dentro de este sector, una de las principales acciones que se ha llevado a cabo es la creación de un bar con la Fundación Solventia en una de las franquicias de la marca Lizarrán: el Bar Escuela Coca-Cola Fundación Solventia, situado en pleno barrio Salamanca de Madrid. En este bar, los jóvenes reciben formación teórico-práctica y trabajan mano a mano con profesionales del sector. La compañía Lizarrán pasa a incorporarlos a su bolsa de empleo.


«A lo largo de las ediciones anteriores los 1.300 jóvenes que han participado han acumulado 75.000 horas de formación práctica», apunta Juan José Litrán, director de relaciones corporativas de Coca-Cola. «No generamos un empleo, pero se trata de plan para mejorar su empleabilidad».

Como podemos ver, con este proyecto, Coca-Cola crea y reafirma su identidad como una marca que se preocupa por la sociedad y trabaja para que ésta mejore. Esta identidad hace que se diferencie de la competencia y que los diferentes públicos no la vean como una simple empresa que se preocupa por su producto. 

Además, trabaja sus valores, actuando en consecuencia a su identidad. Con este proyecto pretende establecer los valores de educación, cultura y arte para los jóvenes, tan afectados por la crisis de hoy en día. Trabaja para dar oportunidades a estos chicos y crear, por tanto, una especie de compromiso con todos ellos, cumpliendo y justificando la promesa social que tiene Coca-Cola.

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