lunes, 13 de mayo de 2013

Límites y confluencias de las Relaciones Públicas: Caso McDonald's.

En las Relaciones Públicas hay una serie de códigos éticos, como por ejemplo el Código de Lisboa, que marcan unos principios básicos a seguir.

Primeramente, es importante como se establece la relación entre el profesional y la empresa o el cliente. Esta relación tiene tres postulados principalmente. El primero es que no está permitido trabajar para dos empresas del mismo sector a la vez, el segundo que no se puede hacer pública información privada del cliente, y por último hay que tener en consideración que todo profesional debe hacer lo que la empresa o cliente le mande, sin decidir por él mismo.

Otro de los principios básicos seria hacer Relaciones Públicas completamente, y no desviarse hacia el resto del mundo de la comunicación. Las RRPP deben conectar intereses, establecer agenda de opinión sin comprarla, y dar libertad a los líderes de opinión, es decir, ser altamente democráticos en formas. 
El entorno social es uno más de los principios de los códigos de ética, ya que las empresas no deben callar y no comunicar algo que se sabe que está pasando. Para eso los profesionales deben aconsejar, advertir y asesorar a sus clientes sobre cuáles son las inercias sociales y así poder actuar de manera eficaz.

Un ejemplo es este tema es el caso de Cleveland de la empresa McDonald’s, ya que los Relaciones Públicas no han sabido llevar a cabo una buena comunicación en un entorno social sobre un tema delicado.

Los hechos ocurrieron el día 7 de mayo de 2013 en Cleveland (Ohio) cuando Charles Ramsey, un vecino de ese barrio que justo estuvo comiendo en un establecimiento de McDonald’s, fue uno de los responsables de la liberación de Amanda Berry, Georgina Lynn Dejesus y Michelle Knight, secuestradas desde hacía 10 años, después de oír como una de ellas golpeaba la puerta y gritaba pidiendo su liberación.

Al día siguiente, Ramsey fue considerado un héroe por todos sus vecinos. Y ese mismo día, fue entrevistado por varias cadenas de televisión como Fox, en las que declaraba que justo venía de comer “en su McDonald’s” y que justo después ocurrieron los hechos explicados anteriormente.


McDonald’s publicó en su twitter lo que podemos ver en la imagen. Esto para algunos expertos de las Relaciones Públicas fue una buena decisión ya que según los códigos de ética dichos anteriormente las empresas no deben callar y no comunicar algo que está pasando. Jim Joseph, presidente norteamericano de las relaciones públicas de la firma Cohn & Wolfe, está de acuerdo ya que según él, McDonald’s no tenía otra opción. En cambio, otros profesionales como Ronn Torossian (CEO de 5W PublicRelations), Kevin King (Presidente mundial de Edelman Digital) o Al Ries (Presidente de estrategia de marketing Ries & Ries), no están de acuerdo con la forma en la que han publicado su apoyo a las víctimas de los hechos, ya que creen que la empresa ha sido insensible y se ha aprovechado de que ha sido nombrada en unos hechos con mucha repercusión social.

Esta forma de comunicar el apoyo a las víctimas por parte de McDonald’s, por un lado según los principios básicos de los códigos éticos de las Relaciones Públicas, es una buena manera porque nunca hay que callarse lo que está pasando. Pero la forma en la que lo dijeron fue ciertamente insensible ya que se le daba demasiada importancia al hecho de haber comido en un establecimiento de McDonalds, y no a la desgracia de las chicas secuestradas. 
En este caso, no ha sido una buena idea comunicar el apoyo, y menos aún por Twitter. Los profesionales de las Relaciones Públicas de esta empresa no la han asesorado del todo bien. Deberían haber guardado silencio o dar apoyo a las víctimas, sin aprovecharse de la desgracia.

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